Expediente Médico Electrónico y la Interacción Humana/Tecnología
Como
se ha visto a través del curso de informática, la sociedad a finales del siglo
XX e inicios del XXI ha sido una de carácter informático. En la llamada era de
la información se hace cada vez más evidente la necesidad de adaptarnos a los
rápidos cambios que enfrentamos en los diferentes sectores sociales. Se ha
visto como la información va llegando a más gente cada vez. Ésto en parte es
causado por la propagación de la imprenta, luego acompañada por la llamada era
digital. Ambos fenómenos fueron los responsables de que el público tuviera
acceso a información de la que anteriormente se les excluía. Aunque es muy
probable que la imprenta nunca sea desplazada del todo, sí es claro cómo en
muchas disciplinas se ha evolucionado hacia procesos informáticos que cada vez
requieren menos uso del papel como unidad de almacenamiento, y el campo de la
salud pública no es la excepción. El hecho de no necesitar tanto papel resulta
positivo tanto para el paciente como para los médicos, ya que sugiere una
agilidad en el tráfico de la información, resultando en un proceso con menos
papeleo, por ende, más rápido y que a fin de cuentas ofrece mayor espacio para
almacenamiento. Ésto naturalmente aumenta la efectividad de todo proceso y/o
sistema. Todo esto sumado equivale a un mejor trato para el paciente.
La importancia de adoptar sistemas de expedientes médicos
electrónicos (EHR, por sus siglas en inglés) se evidencia en la actitud de
algunos gobiernos. Según Stephen Julien (Magnuson & Fu, 2014), los
gobiernos han creado legislaciones para establecer un sistema de expedientes
médicos y de esta manera recopilar y distribuir la información del paciente de
manera estandarizada. Además, estos sistemas benefician algunas de las áreas
más cruciales en la salud pública. En
cuanto a estos avances, Julien (Magnuson & Fu, 2014) argumenta que un
sistema de expediente electrónico permite crear una base de datos exhaustiva
sobre cada paciente, desde sus datos en estado prenatal hasta la información
recopilada en su autopsia y otros estudios post-mortem. Otro aspecto es el
fácil acceso a esta información, la cual debe tener una amplia disponibilidad
para que un expediente electrónico sea más útil que el papel al que está
tratando de reemplazar. Con este cambio a expedientes digitales se intentan
minimizar los errores de legibilidad que puedan surgir por el almacenamiento
manual de datos. También en ciertos casos se aumenta el acceso del paciente a
su expediente, resultando en una mayor conciencia de su estado de salud, de
esta manera el paciente puede tomar más acción en favor de su cuidado. Con este
fácil acceso del paciente a sus registros, Julien (Magnuson & Fu, 2014)
propone una base de datos interconectada en la que se registren síntomas y otra
información, así los doctores y otros sectores de la comunidad médica pueden
obtener un mayor escrutinio de sus pacientes.
Sin embargo, a pesar de todos los evidentes beneficios,
el proceso para la adopción de un sistema de expediente médico electrónico
también ha encontrado sus dificultades. Como ocurre con muchas de las nuevas
tecnologías que se implementan en un sistema, el EHR no es aceptado en algunas
ocasiones. Sobre la lentitud en la implementación y aceptación de los EHR, Braña
(2011) menciona dos aspectos socioculturales que debemos observar. Uno de esos
aspectos es la idea de que son los médicos jóvenes los que están más abiertos
al uso e implementación de estas tecnologías. Otro de los aspectos es el hecho
de que los médicos practicantes están más en contacto con estas novedades
tecnológicas, por lo tanto, se espera que, al entrar al ambiente de trabajo,
asistan a los empleados que llevan más tiempo en la fuerza laboral y se
encuentran alejados de las novedades tecnológicas que se desarrollan para su
campo profesional (Braña, 2011). Ésto podría ser un factor clave para entender
la lentitud con la que se han adoptado estos nuevos sistemas. Según Kimberly
Martini (2013), el problema de ésto radica en que muchas veces se implementa un
sistema sin el entrenamiento adecuado del personal. Así lo afirma el artículo EHR dissatisfaction: A tech or people
problem? cuando menciona que “las organizaciones de información en la salud
recomiendan fuertemente que el entrenamiento del personal y estar preparado
deben ser prioridad en la transformación nacional de expedientes en papel a
electrónicos” (Martini, 2013).
De esta forma se demuestra la manera en que las nuevas
tecnologías no esperan para seguir adelantándose a sus mismas innovaciones, sin
embargo, se rezagan ya que se tardan en ser aceptadas e implementadas. Como
salubristas es esencial la apertura a estos cambios, y la adopción y adaptación
ética y responsable de estos sistemas, así, todo sistema de salud podrá ofrecer
el mejor cuidado posible al paciente.
Referencias:
· Braña,
A. (2011). Typology IX: Age and Academic
Practice as Socio-demographic Variables. Health Information Technologies
and the Culture of Medicine: On cultural factors that impact the adoption of
EHR/EMR by physicians. Recuperado el 1 de febrero de 2018 de https://angelbranamd.wordpress.com/2011/05/21/typology-ix-age-and-academic-practice-as-socio-demographic-variables/
· Magnuson,
J. A. & Fu, P. C. (2014). Electronic
Health Records by Stephen P. Julien. Public Health Informatics and
Information Systems (2th ed., Chapter 10). New York, USA: Springer.
· Martini,
K. (2013). EHR dissatisfaction: A tech or
people problem? HealthcareITNews. Recuperado el 1 de febrero de 2018
de http://www.healthcareitnews.com/news/ehr-dissatisfaction-hit-or-human-problem
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