domingo, 4 de febrero de 2018


Expediente Médico Electrónico y la Interacción Humana/Tecnología

Como se ha visto a través del curso de informática, la sociedad a finales del siglo XX e inicios del XXI ha sido una de carácter informático. En la llamada era de la información se hace cada vez más evidente la necesidad de adaptarnos a los rápidos cambios que enfrentamos en los diferentes sectores sociales. Se ha visto como la información va llegando a más gente cada vez. Ésto en parte es causado por la propagación de la imprenta, luego acompañada por la llamada era digital. Ambos fenómenos fueron los responsables de que el público tuviera acceso a información de la que anteriormente se les excluía. Aunque es muy probable que la imprenta nunca sea desplazada del todo, sí es claro cómo en muchas disciplinas se ha evolucionado hacia procesos informáticos que cada vez requieren menos uso del papel como unidad de almacenamiento, y el campo de la salud pública no es la excepción. El hecho de no necesitar tanto papel resulta positivo tanto para el paciente como para los médicos, ya que sugiere una agilidad en el tráfico de la información, resultando en un proceso con menos papeleo, por ende, más rápido y que a fin de cuentas ofrece mayor espacio para almacenamiento. Ésto naturalmente aumenta la efectividad de todo proceso y/o sistema. Todo esto sumado equivale a un mejor trato para el paciente.
            La importancia de adoptar sistemas de expedientes médicos electrónicos (EHR, por sus siglas en inglés) se evidencia en la actitud de algunos gobiernos. Según Stephen Julien (Magnuson & Fu, 2014), los gobiernos han creado legislaciones para establecer un sistema de expedientes médicos y de esta manera recopilar y distribuir la información del paciente de manera estandarizada. Además, estos sistemas benefician algunas de las áreas más cruciales en la salud pública.  En cuanto a estos avances, Julien (Magnuson & Fu, 2014) argumenta que un sistema de expediente electrónico permite crear una base de datos exhaustiva sobre cada paciente, desde sus datos en estado prenatal hasta la información recopilada en su autopsia y otros estudios post-mortem. Otro aspecto es el fácil acceso a esta información, la cual debe tener una amplia disponibilidad para que un expediente electrónico sea más útil que el papel al que está tratando de reemplazar. Con este cambio a expedientes digitales se intentan minimizar los errores de legibilidad que puedan surgir por el almacenamiento manual de datos. También en ciertos casos se aumenta el acceso del paciente a su expediente, resultando en una mayor conciencia de su estado de salud, de esta manera el paciente puede tomar más acción en favor de su cuidado. Con este fácil acceso del paciente a sus registros, Julien (Magnuson & Fu, 2014) propone una base de datos interconectada en la que se registren síntomas y otra información, así los doctores y otros sectores de la comunidad médica pueden obtener un mayor escrutinio de sus pacientes.
            Sin embargo, a pesar de todos los evidentes beneficios, el proceso para la adopción de un sistema de expediente médico electrónico también ha encontrado sus dificultades. Como ocurre con muchas de las nuevas tecnologías que se implementan en un sistema, el EHR no es aceptado en algunas ocasiones. Sobre la lentitud en la implementación y aceptación de los EHR, Braña (2011) menciona dos aspectos socioculturales que debemos observar. Uno de esos aspectos es la idea de que son los médicos jóvenes los que están más abiertos al uso e implementación de estas tecnologías. Otro de los aspectos es el hecho de que los médicos practicantes están más en contacto con estas novedades tecnológicas, por lo tanto, se espera que, al entrar al ambiente de trabajo, asistan a los empleados que llevan más tiempo en la fuerza laboral y se encuentran alejados de las novedades tecnológicas que se desarrollan para su campo profesional (Braña, 2011). Ésto podría ser un factor clave para entender la lentitud con la que se han adoptado estos nuevos sistemas. Según Kimberly Martini (2013), el problema de ésto radica en que muchas veces se implementa un sistema sin el entrenamiento adecuado del personal. Así lo afirma el artículo EHR dissatisfaction: A tech or people problem? cuando menciona que “las organizaciones de información en la salud recomiendan fuertemente que el entrenamiento del personal y estar preparado deben ser prioridad en la transformación nacional de expedientes en papel a electrónicos” (Martini, 2013).
            De esta forma se demuestra la manera en que las nuevas tecnologías no esperan para seguir adelantándose a sus mismas innovaciones, sin embargo, se rezagan ya que se tardan en ser aceptadas e implementadas. Como salubristas es esencial la apertura a estos cambios, y la adopción y adaptación ética y responsable de estos sistemas, así, todo sistema de salud podrá ofrecer el mejor cuidado posible al paciente.


Referencias:

·     Braña, A. (2011). Typology IX: Age and Academic Practice as Socio-demographic Variables. Health Information Technologies and the Culture of Medicine: On cultural factors that impact the adoption of EHR/EMR by physicians. Recuperado el 1 de febrero de 2018 de https://angelbranamd.wordpress.com/2011/05/21/typology-ix-age-and-academic-practice-as-socio-demographic-variables/
·   Magnuson, J. A. & Fu, P. C. (2014). Electronic Health Records by Stephen P. Julien. Public Health Informatics and Information Systems (2th ed., Chapter 10). New York, USA: Springer.

·    Martini, K. (2013). EHR dissatisfaction: A tech or people problem? HealthcareITNews. Recuperado el 1 de febrero de 2018 de http://www.healthcareitnews.com/news/ehr-dissatisfaction-hit-or-human-problem

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